Me pregunto que habría pasado
si no te hubiese soñado
tantas veces sin rostro
y tantas veces lejano.
Si no te hubiese buscado
en las noches de insomnio
cuando aparecías enroscado
al cuello de mis sueños.
Cuando tus rasgos no eran más
que polvo y sombras
que no se dejaban.
Cuando tus palabras no eran más
que aire y silencio
que no se callaban.
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